La importancia de la toma de tierra para tu salud

Lectura estimada: 6-8 minutos

En la vida moderna, estamos más desconectados que nunca de la naturaleza. Pasamos la mayor parte de nuestros días en interiores, viajando, caminando sobre suelos artificiales y utilizando zapatos con suelas de goma o plástico, materiales que aíslan nuestro cuerpo de la tierra. Este aislamiento, aunque comúnmente inadvertido, nos priva de un intercambio energético vital con la Tierra, un fenómeno que tiene profundos efectos sobre nuestra salud física y mental.

La ‘toma de tierra‘ o grounding o Earthing, como también se le denomina en inglés, es el proceso de conectarse con la superficie terrestre, permitiendo que el cuerpo se cargue de electrones libres que fluyen desde la Tierra. En la era tecnológica y “desconectada” en la que vivimos, recuperar este contacto puede ofrecer numerosos beneficios, respaldados por la ciencia.

¿Qué es la toma de tierra?

El grounding se refiere a un proceso mediante el cual una persona, al hacer contacto directo con la Tierra, ya sea caminando descalza sobre superficies naturales como césped, arena o agua, puede equilibrar su sistema eléctrico interno. Nuestro cuerpo, al igual que muchos dispositivos electrónicos, necesita mantenerse “en tierra” para prevenir la acumulación de cargas eléctricas nocivas. El contacto físico con la tierra neutraliza estas cargas, estabilizando nuestros sistemas biológicos.

Con suelas sintéticas en nuestros zapatos y viviendo en edificios que nos separan del suelo, hemos perdido esta conexión. Alba, que viene del mundo de la ciencia, siempre busca, más allá de la intuición y del saber lo que está bien, el aval de estudios científicos en los que basar nuestras prácticas y, posteriormente, consejos que os orfrecemos. Y, en este caso, los beneficios para la salud del grounding están totalmente respaldados por investigaciones científicas.

Numerosos estudios han demostrado que ‘conectar’ con la tierra no solo es relajante, sino que puede tener un impacto directo en nuestra salud, desde la reducción de la inflamación hasta la mejora del sueño. Según un artículo publicado en Journal of Environmental and Public Health1, la toma de tierra puede influir positivamente en el sistema inmunológico, reducir la inflamación crónica y mejorar la calidad del sueño. Además, puede estabilizar el sistema nervioso, ayudando a regular los ritmos circadianos y reduciendo el estrés oxidativo. Para quienes buscan profundizar en este tema desde una perspectiva científica pueden consultar el enlace al final del post.

Beneficios físicos del grounding
  • Reducción de la inflamación
    Los electrones libres que recibimos al estar en contacto con la Tierra actúan como poderosos antioxidantes, neutralizando los radicales libres que causan inflamación en nuestro cuerpo. Esto puede tener un impacto directo en la reducción del dolor crónico y en la mejora de afecciones inflamatorias, como la artritis.
  • Mejora del sueño
    Al reconectar con la tierra, el cuerpo puede regular mejor el cortisol, la hormona del estrés. Los estudios han demostrado que las personas que practican grounding regularmente tienden a tener ciclos de sueño más profundos y restauradores. Este efecto parece estar relacionado con la capacidad de la toma de tierra para regular los ritmos circadianos y disminuir los niveles de estrés.
  • Fortalecimiento del sistema inmunológico
    El grounding mejora la circulación y, al reducir la inflamación, permite que el sistema inmunológico funcione de manera más eficiente. Esto puede aumentar la capacidad del cuerpo para combatir infecciones y enfermedades.
  • Reducción del dolor crónico
    Diversos estudios han mostrado que las personas que practican grounding de manera constante experimentan una disminución en los niveles de dolor, especialmente aquellos con condiciones como dolor lumbar o enfermedades reumáticas. El contacto con la Tierra parece aliviar la tensión y promover la relajación muscular, lo que a su vez alivia el dolor.
El impacto de la desconexión: ¿Por qué nos afecta?

El ser humano ha evolucionado durante miles de años en estrecho contacto con la naturaleza. Nuestros ancestros más antiguos caminaban descalzos, seguidamente comenzaron a usar calzado, pero siempre con materiales naturales que no los desconectaban del suelo, de la Tierra. El contacto constante con el suelo permitía que el cuerpo se equilibrara energéticamente, algo que se ha perdido en el mundo moderno debido al aislamiento por los suelos artificiales y el calzado industrial.

Las suelas de goma y plástico que usamos hoy actúan como barreras, interrumpiendo este flujo natural de energía. Además, pasamos gran parte de nuestro tiempo en edificios con suelos de cemento o madera, todavía más lejos de la tierra. Esta desconexión, sumada al estrés de la vida moderna, contribuye al aumento de los problemas de salud que enfrentamos hoy, como el insomnio, la fatiga crónica, la inflamación y el estrés.

¿Cómo practicar grounding?

La ‘toma de tierra‘ o  grounding es accesible para cualquier persona y puede practicarse de diversas formas. Aquí te dejamos algunas ideas sencillas para comenzar a integrarlo en tu vida diaria:

  • Caminar descalzo sobre la tierra
    Dedica unos minutos al día a caminar descalzo sobre superficies naturales como la hierba, la arena o incluso la tierra húmeda. Esto te ayudará a conectar con la energía de la Tierra y equilibrar tus sistemas internos.
  • Pasar tiempo al aire libre
    Si no tienes acceso a un jardín, aprovecha cualquier oportunidad para estar en contacto con la naturaleza, ya sea en parques, playas o montañas. Incluso sentarse en el césped o tocar un árbol puede tener efectos positivos en tu bienestar.
  • Utilizar productos de grounding
    Para aquellos que viven en entornos urbanos o no tienen fácil acceso a la naturaleza, existen productos de grounding como alfombrillas o sábanas que se conectan a la toma de tierra eléctrica de los hogares, simulando el efecto de la toma de tierra natural.
  • Prácticas al aire libre
    Si practicas disciplinas como yoga, meditación o simplemente sentarte a contemplar o ejercicios de respiración, intenta realizarlos al aire libre, sobre superficies naturales con tu cuerpo en el suelo directamente o con materiales naturales no aislantes o con los pies descalzos en el suelo. No solo mejorarás los beneficios de estas prácticas, sino que además potenciarás tu conexión con la tierra.

La próxima vez que sientas estrés o fatiga, prueba a quitarte los zapatos y caminar descalzo sobre la tierra. Puede que este sencillo acto sea la clave para devolver a tu cuerpo el equilibrio que tanto necesita.

1. https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4378297/

Gracias por leernos.

    SomAmor – Alba Naudí y Salvador Gené

 

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